
El pobre gamulán
estruja pizcas de calor sobre mi cuerpo
mientras
tu voz baila
la danza de sentidos,
incendia la cabeza
del fósforo.
Mis ganas de fumar
siguen intactas,
encendidas.
El pobre gamulán
estruja pizcas de calor sobre mi cuerpo
mientras
tu voz baila
la danza de sentidos,
incendia la cabeza
del fósforo.
Mis ganas de fumar
siguen intactas,
encendidas.