Nuevos aires para viejas entradas.
Vuela el humo.
Edvard Munch – Autorretrato con cigarrillo (1895) – Óleo sobre tela – Imagen liberada al dominio público
Mi condena me sepulta
al fondo de la tabla.
¿Salvación?
Me aferro al lenguaje
—madero y salvavidas—,
quimera al alcance de la mano.
En el refugio endeble
no presiento
el momento,
la fragilidad,
la ruptura.
El miedo
no es
siquiera
un concepto.
Me monto a horcajadas en el leño
presta a arder.
Me consumo íntegra
Hoy,
el pasado de brasa
me recuerda:
El cigarrillo es menos humo si hay ventana.
Se agradece este recordatorio y dejar que llegue hasta nosotros ese humo expandido en versos. Buen día, Vero.
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Y yo te agradezco siempre tu amoroso paso por estas páginas y tu lectura cálida de estos versos. Un abrazo, Isabel.
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